la recova, EN TENERIFE. ARQUITECTURA que evoca, QUERIDA y premiada. por JP Zurdo Estamos un poco en África, un poco en Europa, un poco en Amé-rica. Así que estamos en las Canarias, en Santa Cruz de Tenerife y en su mercado con alma. Y con honores, no cualquier edificio mercantil recibe las medallas de oro del gobierno autonómico y de la ciudad como si fuese una persona. Y no a cualquier mercado lo sitúa The Guardian entre los diez mejores del mundo por colorido de producto, colorido de parro-quia, exposición floral y arquitectura. Arquitectura neocanaria, mestiza entre viejo pueblo tinerfeño, aire colonial sudamericano y fortaleza un tanto magrebí con torre neomudéjar y tres patios conectados por galerías bajo arcadas. Lo proyectó Enrique Marrero, el arquitecto que mejor expresó ese gusto ecléctico entre barroco, vernáculo y racionalista. Y lo construyó Entrecanales y Távora desde agosto de 1942 en tres turnos las 24 horas. A destajo para cumplir la condición, más bien el desafío, de levantarlo en seis meses. Lo logró, salvo algunos remates por esa falta de material endémica de los años cuarenta. En los noventa casi muere por la competencia de las grandes superficies, pero los comerciantes, el barrio y la ciudad se empe-ñaron en revivirlo. Otro desafío logrado. Hoy es un Bien de Interés Cultural con categoría de monumento, un destino turístico tan lógico como una playa y una pieza del patrimonio emocional.