un FUTURO de agua desalada INFRAESTRUCTURA VITAL ¿Qué otro factor determina el cambio? Las infraestructuras, múl-tiples, con aliento público-privado y muchas ya en marcha. Alta velocidad ferroviaria, transporte terrestre, aéreo y marítimo, un impulso masivo a las renovables… Y agua en la tierra donde la dis-ponibilidad ronda los 736 metros cúbicos anuales cuando la media mundial es de 7.453, según Aquastat. Proyecta el caudal necesario para surtir a una población creciente, al servicio urbano —con un 90% de agua desalada—, los oasis vegetales y la actividad econó-mica alternativa. ¿Cómo? Mediante el alfa-omega del ciclo integral: desde la fuente en la desalación marina a la distribución inteligente del gota a gota y el tratamiento al final del camino. Tecnología hídri-ca digitalizada —ACCIONA es puntera en ella, lo acreditan varios premios a la gestión, la desalación y la depuración— al servicio del valor trascendental que los pueblos del desierto conceden al agua. NUEVOS CONTRATOS “La empresa que garantice capacidad, innovación, plazo y precio para acometer esas infraestructuras se convierte en un socio tec-nológico de la Visión desde la firma misma del contrato”, explica Julio de la Rosa, director de Desarrollo Comercial de Agua en el país. Por ejemplo la compañía que ya ha entregado tres grandes desaladoras, construye otras tres y ha firmado de una tacada la licitación para edificar y operar durante 25 años tres depuradoras, además de gestionar el ciclo integral para más de cinco millones de habitantes en la región del Southern Cluster, equivalente a la mitad de España. Este último contrato no solo reduce la huella hídrica minimi-zando las pérdidas o mediante el control exhaustivo del consumo optimizado, además incrementa el reuso del agua residual tratada y revaloriza un recurso entendido como inversión porque se desti-nará a usos industriales, urbanos y a regar cultivos y zonas verdes. En concreto, el agua reutilizada de las tres nuevas depuradoras de ACCIONA surtirá a la organización nacional de regantes y al plan estatal de plantar 10.000 millones de árboles de aquí a 2030. Para permanecer a pie de obra, de socios y de clientes, la compañía ha abierto sede fija en la capital, Riad. Las infraestructuras hídricas sostienen parte de la Visión 2030. “No solo gestionamos la disponibilidad del recurso, sino la presión sobre el uso y el suministro —apunta Julio de la Rosa—. Y lo logra-mos mediante tecnologías como la ósmosis inversa, la automati-zación, la inteligencia artificial o la sensórica, que garantizan una operación más eficiente, con menos consumo energético y emi-siones. Nos permiten un avance crucial: industrializar las plantas para un salto de escala en su capacidad de servicio, así podemos llegar a muchos más lugares y cada vez a más millones de personas y a las industrias cercanas”. • Arabia Saudí es uno de los países más sedientos, con precipitaciones anuales de apenas 59 mm (en 2017, según el Banco Mundial). En España, fueron 636 mm. • Ha pasado de tratar el 17 % al 30% de sus aguas residuales en apenas cuatro años y en 2030 quiere alcanzar el 90 %. • Con 33,4 millones de habitantes, es el tercer mayor consumidor de agua per cápita del mundo. Aspira a reducir esa cifra un 43% al final de la década. • La desalación de agua marina es absolutamente crítica para la región. En 2040, la producción total en Oriente Medio será 13 veces superior a la de 2014.