rina, caminante, comunista, dolorosa, enamorada…”. “La tinta, la man-cha, la forma, el color, soy ave, soy todo”. “¿Por qué lo llamo mi Diego? Nunca fue ni será mío, es de él mismo”. Para el director creativo, Mathieu Felix, la exposición consigue pene-trar no solo en los cuadros sino en la imaginación de Kahlo —se pueden figurar la tensión del equipo ante el reto de interpretar a un icono del siglo XX— al proyectar sus obras digitalizadas, completas o en detalles, sobre paredes y suelos de todo el recinto y en una especie de pirámide central que les da volumen. coreografía sensorial Vuelan los pájaros, cae la lluvia, se precipita al vacío su amiga Dorothy Hale, los ojos pintados se hacen enormes para entender por qué dijo aquello Picasso, unos pies gigantes caminan seguidos por una bandada de pájaros (“pies, para qué os quiero si tengo alas pa volar”). Todas las imágenes tienen banda sonora, el agua, los pasos, la voz de Frida recrea-