La ONU lo ha advertido, una vez más: la reducción de emisiones glo-bales va muy por debajo del mínimo fijado por el Acuerdo de París. Acelerar la descarbonización es imperativo. Para descarbonizar hay que pintar de verde los electrones, poner las renovables al alcance de toda la sociedad y por lo tanto de la miríada de empresas y de relaciones comerciales. No hablamos solo de las grandes con su efecto arrastre sobre la cadena de valor, sino del denso ecosis-tema de pymes que por ejemplo en Europa supera el 99%. Conclusión de la secuencia: hablamos pues de un salto obligado, acelerado, cualitativo y cuantitativo en el modelo de suministro, de gestión, de servicio y de consumo para llegar hasta la compañía más pequeña en el último capilar de la red. Reto mayúsculo, pero con poderosos factores aliados como la