término más amplio de pobreza o exclusión social. Sin embargo, esta situación puede ser un primer paso para llegar al estado de exclusión”. autoconsumo En esa conversación, Olena, Milagros, Hjare y José María no solo coincidirían en los trucos de economía doméstica para reducir el consumo y estirar sus ingresos, también comparten una ini-ciativa público-privada que puede echarles una mano. Los cua-tro hogares participan en el proyecto de autoconsumo colectivo para paliar la pobreza energética desarrollado por acciona.org y el Ayuntamiento de San Juan del Puerto (unos 9.400 habitantes). La Fundación corporativa de ACCIONA instala placas fotovol-taicas en la cubierta del pabellón municipal de deportes y desde allí distribuye su energía entre las viviendas. Esa inyección de electricidad limpia permitirá a las familias reducir alrededor de un 20% la factura anual, sin coste alguno por el servicio. Se trata del ahorro mínimo garantizado, pero podría alcanzar porcentajes mayores a medida que el programa avance y optimice su eficiencia a partir del análisis de sus propios datos. Aunque las familias no soportan ningún pago, no se trata en absoluto de un modelo asistencialista sino de corresponsabili-dad entre la Fundación y el Ayuntamiento de San Juan del Puerto: acciona.org asume la inversión inicial en estudios, equipos, cons-trucción, gestión y seguimiento; por su parte, el Ayuntamiento, que también consume una parte importante de la energía genera-da, destina una retribución mensual hasta que acciona.org recu-pere su inversión y la instalación pase a propiedad del municipio. otros menesteres “Creo que con este ahorro estaremos menos agobiados —dice José María—, porque si pagamos la luz, nos tenemos que privar de otras cosas importantes. Podremos dedicar ese dinero extra a otros menesteres que nunca faltan y ahora están subiendo de precio”. Para Olena, ese menester importante puede ser la hipoteca, que financia con un único sueldo, o apoyar los entrenamientos diarios de su hija en gimnasia rítmica, además de los desplazamientos ahora que compite por toda Andalucía. “Si la luz nos aprieta menos —comenta Milagros—, podré ayu-dar mejor a mi hija a buscar oposiciones o trabajo como maes-tra, en Huelva o donde sea”. En su caso, reducir la factura es aún más necesario porque los aparatos eléctricos de asistencia para su madre le dificultan los trucos de ahorro habituales, como aprove-char las horas de tarifas reducidas. Para Hjare, cualquier medida de eficiencia será bienvenida en una casa que afronta gastos de familia numerosa, con tres herma-nos menores que ella, y le permitirá usar internet en sus estudios a distancia sin racionar tanto el tiempo. “Sin duda lo más importan-te para nosotros es ahorrar —añade—, pero si la energía además es renovable, no contamina y ayuda a la naturaleza, pues mejor”.