INMOBILIARIA Ha transcurrido el tiempo y el pasado es otro país. La tarde ilumi-na, con un azul pedernal, el barrio de Méndez Álvaro. Al frente —no lejos de donde grandes empresas nacionales e internacionales ins-talan sus cuarteles—, un edificio único, histórico, patrimonio protegido en su estructura y sus fachadas. Una joya varada en el tiempo, en aquel Madrid industrial del amanecer del siglo XX. Fue la nave de motores de una antigua gasificadora, proyectada en 1903 por el mismo Luis de Landecho Jordán que firmó el Hotel Ritz o el Ateneo. Después hizo de central eléctrica para el sur, más tarde subestación, o almacén de materiales donde se ensayaban máquinas y transformadores. Casi 120 años de historia dan para muchos relatos, incluido el de fábrica de armas de guerra. ¿Los inmuebles son ajenos al uso de sus dueños? Todo cambia cuando lo adquiere ACCIONA en 2017. Hay que alzar la mirada, aún resulta sencillo imaginar su estado original. Semeja una de aquellas masías de elevadas paredes que pintara Joan Miró, construida completamente de ladrillo y con enormes vitrales que interiorizan la luz. memoria del futuro Esta pequeña catedral en la almendra central urbana ha sido rehabili-tada por los estudios de Foster + Partners y Ortiz y León Arquitectos. Comenzó en abril de 2020, en plena pandemia. La construcción no tele-trabaja, sufrió la tormenta Filomena y problemas de suministro de mate-rias primas. “Les tocó, como a todos los hombres, tiempos difíciles que vivir”, decía Borges. El proyecto mezcla números y palabras. ACCIONA ha creado un van-guardista complejo de oficinas en la calle Ombú, 6. De ahí su nombre. Respeta el patrimonio, rescata la memoria y la proyecta hacia el futuro de la arquitectura respetuosa. Lo prueban los certificados medioambientales LEED Platinum, WELL Oro y una calificación energética tipo A. Imaginemos, toquemos, una visita guiada. La nave ofrece casi 12.000 el edificio ha logrado dos certificados medioam-bientales de referencia: leed platinum y well oro