Seguir leyendo editorial www.acciona.com La gestión del impacto social ha beneficiado con 645 iniciativas a casi 220.000 personas en 13 países Q editorial uizá no sea casual que ACCIONA y Canadá coincidan en el símbolo de la hoja, un clá-sico icono de la naturaleza. Porque tam-bién comparten otros valores como una forma transparente y fiable de hacer nego-cios que hace compatible el desarrollo humano con el progreso económico. Esa sintonía mutua no es nueva, comienza en 2001 con nuestra primera gran infraestructura sostenible en el país y ha continuado durante dos décadas y otras 23 infraestructuras más, muchas de ellas emblemáticas en la historia canadiense e incluso de Norteamérica, como nos explica Carlos Planelles, su Managing Director. Tampoco es nuevo el enfoque social que ACCIONA aplica desde hace décadas, pero editorial con un protagonismo cada vez más intenso, según establece nuestro Plan Director de Sostenibilidad. De nuevo en el país de la hoja de arce, donde cuidamos una rela-ción de respeto por todas las comunidades locales y en especial las First Nations, los pueblos nativos originarios. Y también en todos los pro-yectos de energías renovables, que integran un modelo de gestión del impacto social genuino, sistemático, científico y a la vez humano para que el equipo que lo despliega merezca la confianza de las comunidades más vulnerables. En solo cuatro años ya ha beneficiado con 645 iniciati-vas a casi 220.000 personas en 13 países desde España a Estados Unidos o de Ucrania a Sudáfrica y Australia. Esa implicación social desde la concepción misma de los proyectos es una seña de identidad de la compañía y también de la Fundación con su visión diametralmente opuesta al asistencialismo. Las comunidades con las que trabaja se hacen corresponsables del suministro de energía y agua para que perdure a lo largo del tiempo. Es un modelo tan eficien-te como escaso en el mundo de la cooperación. Y ya crece en otro país estratégico para nosotros: Chile.