Los pescadores solían vivir solos durante las temporadas de traba-jo, sus mujeres e hijos se queda-ban en un pueblo a casi un par de horas de distancia. Pero al irrum-pir la pandemia decidieron pro-tegerse mudándose con ellos a la caleta Maitencillo. Ese reencuen-tro familiar ha disparado aún más la necesidad de energía, los niños necesitan internet para acceder a la escuela online y ya no bastan un par de horas racionadas de refri- Fundación en Chile