ENTREVISTA tos para evitar riesgos innecesarios. En un mercado tan grande, no ten-go que competir por todo sino saber seleccionar lo más atractivo, dónde aporto más valor, sea en Calgary o en Luisiana. ¿Influye en los negocios la cultura cana-diense? Es una nación que te acoge, que agra-dece y necesita tu integración en una sociedad extraordinariamente abierta, que aprecia, fomenta y aprove-cha la diversidad, y donde el concepto de extranjero apenas existe por-que casi todo el mundo lo es o lo ha sido su familia directa. Pero no hay que confundir predisposición a la acogida con la confianza como requi-sito imprescindible en los negocios, conseguirla y mantenerla requiere un esfuerzo brutal. En un sector donde todos nos conocemos, es vital la reputación. Si metes la pata en Toronto, posiblemente afectará tu nego-cio en Calgary. ¿Y cómo se alcanza y mantiene esa reputación? Los socios locales nos ayudan a navegar y a entender las diferencias, que las hay, por ejemplo entre el Quebec francófono y el Canadá de raíz bri-tánica. Antes incorporábamos muchos empleados expatriados, con un talento incuestionable, pero necesitan una curva de aprendizaje muy costosa en todos los casos, por eso ahora fomentamos equipos locales permanentes. Compartimos una visión sostenible que está en la esencia canadiense y se refleja en nuestras infraestructuras ya desde la primera, Deep Lake Water Cooling, en 2001: un sistema de refrigeración por agua de 100 grandes edificios en el centro financiero de Toronto que ahorra un 90% de energía. Y además cinco parques eólicos, puentes singulares como el de Walterdale que descongestionan ciudades y se han converti-do en sus iconos, movilidad sostenible en las ampliaciones de metros, el un país abierto, que acoge y fomenta la diversidad, que integra y no le ve sentido a la palabra extranjero