... por fortuna para la ingeniería marítima porque hoy, tanto tiem- po después de aquella encrucijada, transmite ilusión por su oficio. Será porque consiste en trabajar literalmente “contra viento y marea”. Y porque esa especialidad tan particular, minoritaria en una profesión minoritaria, crea un espíritu de equipo que contribuye a unas obras portuarias cada vez más extensas, más profundas, más complejas. Y vitales para un incremento del tráfico que solo puede canalizar el mar. Sin esas obras, los cargueros no pueden desmesurar su tamaño y la economía global se ralentiza. ¿Los puertos reciben el reconocimiento que merecen? Son activos geoestratégicos, desde siempre canalizan las políticas defensivas, energéticas, de salida al mar… Tierras raras, commodities , aranceles... todo pasa por un puerto, inevitablemente. Proyectan las grandes tendencias, se expanden con la economía, se reposicionan con los nuevos centros geoeconómicos. Reflejan el efecto del cam- bio climático con la apertura de rutas árticas, la expansión china en América Latina o África, la pujanza del Sur Global, la presión estadou- nidense por el Canal de Panamá, la utilización política del estrecho de Ormuz por parte de Irán o la concentración de grandes navieras. Además, digitalizan y automatizan su gestión para competir en esta evolución global que, al necesitar grandes inversiones, genera grandes oportunidades de negocio. sus padres convencieron a la olga adolescente de no estudiar psiquiatría... Entrevista