cadena de valor La división de Infraestructuras despliega su innovación en varios frentes. El Grupo de Hormigones colabora con las cementeras que emplean captura y almacenamiento de CO2 en sus procesos industriales —por sí sola, esta técnica podría reducir hasta un 36% la huella carbónica— y en la validación de cementos con nuevos tipos de clínker o nuevos materiales en su composición con menor impacto ambiental. Ese conocimiento le permite optimizar las recetas del hormi-gón verde en las obras de ACCIONA para equilibrar la sostenibili-dad con la viabilidad técnica y económica, lo que también implica restar emisiones a la cuenta. Vera destaca la ventaja competiti-va de ser pioneros en una tecnología emergente: “Nos solemos encontrar con bastante margen para optimizar y lograr reba-jas muy significativas de la huella de CO2 en algunos casos”. Un ejemplo; en la construcción de grandes cajones para obras por-tuarias, la división emplea un hormigón que sustituye, con mate-riales reciclados como las escorias de alto horno, entre un 36% y un 64% del clínker. “Este recurso de economía circular se traduce en un -27% de emisiones de CO2 respecto a los datos sectoriales”, añade el experto. Otras fórmulas incluyen además componentes de origen orgánico. Hablamos de sostenibilidad en sentido amplio, no solo ambiental sino social y económica, alineada con la visión ESG (ambiental, social y de gobernanza). Lo sostenible como con-dición de lo rentable, y viceversa. Según Vera, esta inversión de recursos humanos y técnicos promete multiplicar su retorno, contribuye a la competitividad en las licitaciones y responde, o incluso se anticipa, a unas regulaciones ambientales con tendencia a endurecerse. En proyectos como Moss (dos túneles ferroviarios, en Noruega) o North London Heat and Power Project (central de valorización energética de residuos, en Reino Unido), la compañía ha recibido especificaciones claras sobre la huella de CO2 en los hormigones. “Cada vez será más común especificarla como un criterio técnico más. Gracias a las innovaciones que tenemos en marcha, estare-mos de sobra preparados para cumplirlo. Fortalecen nuestra ima-gen como compañía comprometida con la sostenibilidad y atraen inversiones, debido sobre todo a nuestra complicidad con unos clientes que nos piden asesoría o, expresamente, emplear este material”. Que una compañía que bate récords —en volumen, escala y complejidad de proyectos— tire de la cadena de valor, amplía el beneficio en ESG. “ACCIONA actúa como catalizador haciendo pull a los fabricantes y push a los clientes”, concluye Vera. LAS INSTALACIONES DE ACCIONA ENERGÍA El hormigón seguirá siendo el material más demandado en grandes infraestructuras como esta línea elevada sobre una zona lacustre, en el Ferrocarril de Cercanías del Sur (Manila, Filipinas). Los hormigones fabricados a partir de cementos con altos contenidos en adiciones (y por tanto un menor volumen de clínker), al liberar menos calor durante su curado, mejoran su durabilidad porque tienden a fisurar menos por retracción térmica. Esta es una ventaja muy relevante en presas, por ejemplo. “En términos generales, los sostenibles aseguran una mayor durabilidad en ambientes marinos, para infraestructuras portuarias y offshore”, explica José Vera. “Uno de los roles del Grupo de Hormigones —continúa el experto— es optimizar las recetas de hormigón en nuestras obras y siempre lo enfocamos desde el punto de vista de la sostenibilidad”. Entre ellas, un muelle para submarinos en el Arsenal Militar de Cartagena y la ampliación de la Terminal de Contenedores del Puerto de Cádiz. En esta última, ha empleado unas 115.000 toneladas de hormigón verde con escorias de alto horno para fabricar ocho cajones de más 63 m de longitud, 24 m de ancho y 20,5 de profundidad, equivalentes a la altura de un edificio de siete plantas. Otro ejemplo: la obra Malolos-Clark Railway Project, en Filipinas, con hasta un 35 % de cenizas volantes como sustitución del clínker en más de 500.000 m3 de hormigón. Sin embargo, en algunos casos “presentan unas resistencias a edades tempranas inferiores a los convencionales y pueden no ser los más adecuados para prefabricados y elementos pretensados”. Por tanto, aquí seguirán siendo recomendables los cementos con alto contenido en clínker. Pero vuelve a hacer su magia la innovación: la producción de clínker puede minimizar su huella carbónica si emplea hornos eléctricos alimentados con renovables, ahora en desarrollo, o si el CO2 emitido se captura y almacena o se utiliza de forma permanente. Ese viejo material futurista ACCIONA potencia el empleo de hormigones verdes a todos los niveles, desde sostenibilidad a innovación pasando por compras, lo que se transmite a la construcción de infraestructuras. El Centro Tecnológico de la división trabaja con hormigones de altas prestaciones y resistencias a compresión de más de 100 MPa (Megapascales), de flexotracción de hasta 14 MPa y alta durabilidad, lo que contribuye a diseñar estructuras más ligeras. En puentes, por ejemplo, permite salvar 60 metros de luz con vigas artesa prefabricadas. Además, el empleo de estas vigas consigue reducir un 50% la cantidad de hormigón y un 66% la de acero pasivo respecto a soluciones de puentes cajón convencionales. Esto implica reducir la huella de CO2 en una escala equivalente. La gestión del conocimiento de toda la compañía potencia las innovaciones en cualquier localización para replicarlas en obras similares. Por ejemplo, el proyecto North East Link (Australia) trabaja en la calcinación de arcillas procedentes de las excavaciones para reutilizarlas como adición en hormigones sostenibles, en una doble estrategia de circularidad y descarbonización. Asimismo, el Centro Tecnológico desarrolla materiales con menor huella para pavimentos y carreteras, como los que incorporan residuos de la industria papelera para la estabilización de suelos. Con el fin de mermar el impacto del acero (responsable del 25% de las emisiones globales en el sector), los proveedores de ACCIONA ensayan procesos como emplear un 100% de chatarra, en lugar del mineral, para la fabricación mediante arco eléctrico (alternativa a los altos hornos) alimentada con energías renovables.